Guatemala 2018

Lunes12noviembre

Flores. 5 de la mañana. Los tres estamos en la parte baja del hotel donde Juan Carlos, con quien he estado intercambiando mensajes por WhatsApp desde nuestra llegada a Flores, debe venir a recogernos en minibús. Una camioneta se acerca a nosotros, nos explica que debemos ir a encontrarnos con el minibús un poco más lejos. Entendemos por qué al llegar junto a la minivan (y junto a un guardia armado, que no tenía nada que ver con nosotros...): ¡está averiada!   La camioneta servirá de remolque para arrastrarla y encender el motor. Afortunadamente, después de varios intentos, ¡el vehículo arranca! ¡El viaje puede comenzar! Y va a ser largo porque nos esperan más de 3 horas de carretera...  

Después de 2 horas de viaje, hacemos una parada en el puesto de control de San Miguel La Palotada, donde debemos mostrar nuestros permisos de trekking y firmar un formulario de entrada a la Reserva de la Biosfera Maya, la selva tropical más grande de Centroamérica.

Finalmente llegamos al pueblo de Carmelita. Este pueblo tiene un estatus particular; sus habitantes forman una cooperativa cuya actividad principal es preservar la concesión que el estado les ha cedido (aproximadamente 530 km2, de los cuales el 97% es bosque). La comunidad vive prácticamente en autarquía total, siendo la principal fuente de ingresos el dinero obtenido de los treks que conducen al sitio maya "El Mirador".

El trek que elegimos dura 5 días. 2 días de caminata por la selva para llegar al sitio de El Mirador. 1 día en el lugar. Luego 2 días para regresar. Si volvemos ilesos, podremos escribir nuestros nombres en el muro de las celebridades que sobrevivieron a El Mirador... 

Antes de partir, desayunamos en casa de un lugareño.

¡Y allá vamos! Obviamente, no partimos solos. Nos acompañan Marina para alimentarnos, Luis para guiarnos y 3 mulas para llevar no solo nuestro equipaje, sino también víveres y material para los 2 campamentos en los que nos alojaremos. De hecho, aparte del helicóptero, no hay otra forma de llegar a estos campamentos.

La dificultad de esta caminata es relativa. Depende principalmente del clima. Si llueve, el terreno está embarrado o incluso inundado. Si hace buen sol, hace calor y humedad, pero sobre todo, los mosquitos salen en escuadrones en busca de sangre fresca...     Y de hecho, en esta época tenemos las dos cosas a la vez: lluvia y sol... Por ahora, nos espera un cielo azul durante 2 días, con, obviamente, su ración de mosquitos... Y no todos somos iguales ante las picaduras de mosquitos. En mi caso, no me libré especialmente; mi espalda, a pesar de la mochila, estaba cubierta... 

Estamos en una selva tropical húmeda. La vegetación es densa y alta, buscando la luz en lo alto de la copa de los árboles.

Después de 2h30 de caminata. Pausa para almorzar en El Guacute, una pequeña "zona de picnic"...

Y de nuevo en marcha.

Solo 1h30 después del almuerzo, ya llegamos al campamento El Tintal donde pasaremos nuestra primera noche.

Aquí no hay agua corriente; una reserva de agua abastece la cocina y las duchas improvisadas.

¡Las habitaciones del hotel! 

Luis descarga el equipaje y las provisiones de las mulas. Se quedarán aquí junto al campamento.

Sobre nuestras cabezas, uno de los chicos que viven aquí está ocupado. Con un machete, poda un árbol. Las hojas de las ramas que caen al suelo servirán de cena para nuestras mulas.

¡Una simple cuerda le bastó para subir hasta allí!  

Ducha fría, por supuesto. Será una bienvenida limpieza para este primer día.

¡No estamos solos aquí! El lugar ya está bajo el hechizo de curiosas criaturas. Colores metálicos, cabeza azul, pústulas naranjas en la cara, ¡no hay duda! ¡Son vuestros vecinos favoritos! ¡Son pavos ocelados (Meleagris ocellata)!

"Es un ave grande de 70 a 90 cm, de 3 kg (hembra) a 4 kg (macho). Ambos sexos tienen la cabeza azul con algunas verrugas naranjas o rojas, más prominentes en los machos. Los machos también tienen una cresta azul en forma de corona carnosa con verrugas similares a las del cuello. Durante la temporada de reproducción, esta corona se desarrolla y adquiere colores más brillantes y acentuados."
© Wikipedia

Antes del anochecer, partimos para escalar nuestra primera pirámide maya. Oculta bajo una densa vegetación, es imposible encontrar el edificio de piedra sin Luis, que conoce el lugar como la palma de su mano. De todos modos, ¡no hay montañas en la región! Si te encuentras frente a una gran colina, ¡seguramente es una pirámide escondida debajo! Así que aquí estamos en los escalones de una colina que nos llevará a la cima de la pirámide El Tintal.

El ascenso nos hace pasar por algunos árboles que, a lo largo de los siglos, se han apoderado del edificio. Pero ¡qué sorpresa cuando superamos los últimos escalones, es el éxtasis! ¡Estamos rodeados 360 grados por un océano verde tropical!

Llegamos justo a tiempo para admirar el atardecer.

Aún más alto que nosotros, un agave en flor.

Desde donde estamos, ahora es fácil distinguir las grandes pirámides. Las protuberancias en la superficie plana delatan su presencia.

De vuelta a la cocina donde Marina ya ha preparado la cena.

Martes13noviembre

Apenas ha pasado una noche, ya que nos levantamos a las 5 de la mañana para desayunar. ¡La ocasión de reencontrar nuestros frijoles tradicionales!

Preparación de las mulas y un pequeño adiós a los pavos que pronto volveremos a ver, ya que el camino de regreso pasará por aquí en 3 días.

Apenas dimos nuestros primeros pasos del día, sorprendimos a un soberbio tucán en plena conversación con, realmente justo a su lado, un gavilán caminero (Rupornis magnirostris). Por desgracia, los dos compañeros se separaron rápidamente, quedando el gavilán solo frente a mi cámara... 

Y allá vamos para un día de caminata en las mismas condiciones que el día anterior, es decir, acompañados de simpáticos mosquitos...  

Es discreto pero lo suficientemente curioso como para mostrarse de vez en cuando. También llamado mono araña de Geoffroy, se trata del mono araña (Ateles geoffroyi). Y si te cruzas con uno en lo alto de los árboles, presta mucha atención, donde crees observar un solo individuo, mira bien, puede que un segundo se esconda también... ¡Y ese es el caso en una de las dos fotos de abajo...! ¡Busca bien, vale la pena!  

¡Ah, sí! ¡Esa carita que me observa tímidamente con sus grandes ojos, solo la vi por la noche en la foto de mi cámara..!  
"Después del apareamiento, la hembra da a luz a una sola cría después de aproximadamente 225 días de gestación. Durante 45 días, la cría se aferrará al vientre de su madre, luego permanecerá en la espalda de su madre durante 90 días. Después se emancipará progresivamente bajo la mirada de su madre, que le enseñará a alimentarse, durante aproximadamente 1 año. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los 4 años, los machos a los 5 años."
© Wikipedia

Este cráneo, no lo reconocemos a primera vista, solo espero que nuestras 3 mulas no le hayan prestado atención al pasar... 

¡Las pequeñas pausas regulares siempre son bienvenidas!  

¡Aquí hay 3 hermosos cráneos de carne y hueso!  

¡Un mini puente colgante para recordarnos Nepal!  

Nueva pausa en El Zompopero. El cartel nos confirma que estamos en el Parque Nacional "Mirador-Río Azul", que forma parte de la Reserva de la Biosfera Maya. Esta reserva tiene 21.129 km².

Llevamos 4 horas caminando cuando llegamos a El Jabali, un futuro puesto de control en construcción. Son solo las 11 de la mañana, pero aun así almorzamos aquí, ya que probablemente estaba previsto.

Retomamos la marcha después del pequeño picnic. ¡En 2 horas, ya llegaremos al objetivo final, el campamento El Mirador!

Hemos caminado bien y son solo las 2 de la tarde cuando llegamos al campamento donde pasaremos dos noches. Mañana estará completamente dedicada al sitio arqueológico.

Un grupo ya está presente desde anoche. En cuanto a nosotros, ¡directo a la hamaca para descansar los músculos!

Y mientras estoy suspendido en mi hamaca, otro hace lo mismo, con mucha más habilidad que yo... Y esta vez, este mono araña no está acompañado de su cría pegajosa.  

El campamento es más grande que el de El Tintal. Aquí se encuentra una pista de aterrizaje para helicópteros para el transporte de material pesado.

Dos plataformas cubiertas con una lona serán, como ayer, nuestras pequeñas habitaciones privadas.

Las 5 de la tarde, el día aún no ha caído. Esto nos deja un poco de tiempo para comenzar la exploración del sitio, incluyendo el ascenso a la pirámide El Tigre.

La pirámide del Tigre tiene 55 metros de altura. Una primera escalera conduce a una gran plataforma donde se encuentran otras 3 pirámides.

Y aquí estamos en la cima de los 55 metros. También aquí, la vista es impresionante. Árboles hasta donde alcanza la vista.

Enfrente, otra pirámide cubierta por siglos de vegetación asoma la cabeza. Es la pirámide El Danta. Iremos allí mañana.

Uy, se acerca una tormenta...

Zoom en el mar de árboles tropicales.

Las ramas más altas dibujan líneas blancas sobre el lienzo verde del biotopo maya...  

La espesa tormenta que se acerca hará que anochezca rápidamente. ¡Es hora de volver al campamento!

Como era de esperar, al bajar, nos encontramos en la oscuridad. Nos pusimos nuestras linternas frontales para recorrer los 400 metros que nos separaban de nuestros iglúes. A lo largo del camino (la naturaleza está bien hecha), decenas de pequeñas luces balizan los lados del sendero... Luciérnagas, pensé ingenuamente. Para salir de dudas, me acerqué a uno de los especímenes luminosos para observarlo bien con mi linterna.... ¡Y esto es lo que vi!

    ¡Sí, son arañas! ¡Y son sus ojos los que reflejan el potente haz de luz proyectado por mi linterna frontal!   No es muy tranquilizador saber que detrás de cada pequeña luz se esconde un pequeño arácnido (aparentemente de la familia Lycosidae) más o menos grande (de 1 a 3 cm), pero gracias a mi linterna, sabía dónde pisar...   De hecho, están por todas partes, incluso alrededor de las tiendas...

Pero no hay pánico, no son agresivas y se quedan más bien en los montones de hojas muertas...  

Esto no impedirá que nos duchemos (con agua fría) en un lugar pequeño, confinado y muy espartano...

Cena de la noche.

Luego, al final de la comida, llegó como estaba previsto la esperada tormenta, no con pequeñas lluvias, sino con verdaderos aguaceros, provocando escorrentías en pocos minutos e inundando parcialmente la cocina... Pero afortunadamente, los habituales del campamento ya habían visto otras y contuvieron rápidamente el agua. Algunos incluso aprovecharon para deslizarse bajo esta agua del cielo para tomar una ducha que finalmente parecía mucho mejor que la improvisada...   Así que bajo la lluvia nos fuimos a la cama. Mañana será sin duda húmedo, y estará dedicado a la continuación de la exploración del sitio maya.