Camboya 2015

Sábado7noviembre

La casa de huéspedes Velkommen de Phnom Penh donde pasamos la noche. Dejamos el lugar para tomar el autobús que nos llevará en 4 horas de viaje a la pequeña ciudad de Kampong Cham.

Nuestro autobús con proyección de película local. En la primera parada, ajuste de neumáticos. Nunca se es demasiado precavido...

Estamos en la parada Skun Surya Paradise donde se puede hacer la compra y comer.

¿Podrían estos huevos esconder fetos de pollitos???...

Y algunas cucarachas, codornices o larvas quizás te tienten más...

No. Mejor resérvate para este manjar, apreciado por algunos camboyanos y turistas valientes. Sí, es ella, la tarántula, frita afortunadamente, no tendrás que comértela viva... Qué suerte...

Bueno. Para ser sinceros, ninguno de nosotros se dejará tentar...

A la vista de esta pirámide de tarántulas recién traídas, los aficionados aracno-culinarios no son raros...

Y listo, volvemos a nuestro autobús hacia Kampong Cham.

Bajo su pérgola, se prepara la recepción de una boda...

Un conductor (y su tuk-tuk) nos lleva a visitar los alrededores de Kampong Cham. Empezamos por el templo Wat Nokor. Nuestro tuk-tuk está aparcado a la sombra del árbol baniano sagrado que crece frente a la entrada del templo.

Este árbol, una higuera de los banianos (Ficus benghalensis), es considerado sagrado porque en la India, fue bajo este árbol donde Buda alcanzó la "Iluminación".

El templo budista data del siglo IX.

A la derecha, una apsara. Esta estatua de mujer bailarina se encuentra en o dentro de los muros de la mayoría de los templos jemeres. ¡No habéis terminado de verlas en fotos aquí!  

Los frescos coloridos. También veréis muchos de ellos. Cuentan la vida de Buda y de otros dioses y diosas hindúes...

Aquí no solo hay piedra, también hay pelo...  

Tres Budas están dispuestos alrededor del templo.

Bajorrelieves que el tiempo no ha perdonado.

En el centro del santuario, una pagoda más reciente.

Desde las columnas hasta el techo, los colores son más vibrantes unos que otros.

¡Mira! Aquí está nuestra bola de pelo de nuevo...

Algunas representaciones de la vida de Siddhartha Gautama, futuro Buda.

A la izquierda, Buda en la postura del Parinirvana, acostado y muriendo frente a sus discípulos. A la izquierda, un elefante y un mono presentando ofrendas a Buda. El mono quiere atrapar a Buda con un enjambre de abejas mientras el elefante es benévolo con agua para saciar su sed.

Ladrillos de arenisca ennegrecidos con el tiempo, típicos de los templos de esta época.

Retrato de una Apsara.

El techo de la pagoda detrás de los muros del templo.

Detrás del templo, el campo prolonga el edificio.

El campo también está dentro con este cerdito en pleno paseo espiritual...

Los agujeros en los ladrillos servían para fijar revestimientos de oro y joyas.

A un lado, este techo alberga un Buda reclinado.

Un Buda reclinado se representa la mayoría de las veces acostado sobre su lado derecho, una mano sosteniendo la cabeza, el brazo izquierdo apoyado a lo largo del cuerpo y los pies bien paralelos.

Al otro lado, otro pequeño altar con su Buda.

De vuelta frente a la entrada bajo el baniano.

Al lado, búfalos de agua (Bubalus bubalis) que, evidentemente, se revuelcan en el agua...

Retomamos nuestra pequeña expedición, no sin antes haber repostado nuestro vehículo tractor. Y aquí no hay gasolinera, no, sino estaciones "Pepsi" con sus botellas homónimas llenas del precioso líquido...  

Aquí estamos al pie de las escaleras que conducen a la cima de la colina de los hombres o Phnom Pros. Al otro lado, tranquilos, se encuentra la colina de las mujeres que visitaremos más tarde...

Antes de llegar a la cima, debemos desafiar a uno de los guardianes del lugar. Un macaco cangrejero de cola larga (Macaca fascilaris).

Pero el juego vale la pena, el sitio es sorprendente. Uno no espera ver este monumento y todos sus revestimientos dispersos alrededor.

La colina de los hombres... Este, seguro que es un macho, así que tiene todo su lugar en esta colina...  

En el sitio viven monjes budistas.

Los macacos se han apoderado del lugar. Basta con mantener las distancias y todo irá bien... La distancia de un encuadre fotográfico digno de ese nombre, evidentemente...  

Los impresionantes párpados azules del macaco cangrejero.

Varias hileras de estatuas aparentemente idénticas, pero cada pieza es única.

Un Buda rodeado de sus discípulos.

Brahma, Deidad de 4 caras, y habitualmente 4 brazos pero aquí con solo 2 brazos...

Otras hileras de estatuas prácticamente idénticas.

Un inmenso Buda Pang Umbat con su cuenco de limosnas.

Aún más desmesurado, este Buda reclinado, llamado Buda Pang Sai Yat. Compare la barredora para estimar la escala...

Otros edificios completan el conjunto, en particular esta estupa que alberga restos humanos, vestigios de la última guerra civil...

Un fresco que representa las dos colinas. Como sugiere la pintura, la colina de las mujeres es más alta que la de los hombres... La leyenda cuenta que las mujeres desafiaron a los hombres a construir la colina más alta durante la noche antes de la primera estrella de la mañana. Para asegurar la victoria, levantaron una linterna en la cima de la colina para simular la estrella de la mañana. Al ver esto, los hombres se fueron a dormir, dejando que las mujeres terminaran su colina y ganaran el desafío...  

¡Así que tendremos muchas más escaleras que subir para llegar a la cima de esta colina de las mujeres!

¡Después de una ofrenda a una monja, el selfie internacional es imprescindible!  

Panorámica de la cima, mucho más sobria que la de los hombres.

Justo enfrente, el templo de la colina de los hombres.

¡Este macaco cangrejero de cola larga (Macaca fascilaris) tiene la amabilidad de dejarme hacerle un retrato!

Aquí, la visita es rápida. Aparte del pequeño altar dedicado a Buda y sus frescos, es sobre todo el panorama lo que vale la pena.

Regresamos a la ciudad por el puente que cruza el Mekong. A la derecha, no se puede pasar por alto el "faro francés", un vestigio de la época del protectorado francés.

Completamente abandonado, es posible subir al último balcón con la ayuda de las escaleras interiores...

¡Abstenerse almas sensibles! ¡Incluso sin tener vértigo, la subida es impresionante!  

La vista del Mekong desde el último balcón del faro francés.

De vuelta en las calles de Kampong Cham. La arquitectura francesa de la época colonial.

¿Pero cómo sacar el coche del salón??? No hay problema... El mostrador tiene ruedas...  

Edificio recién construido en la calle Pasteur.

El rojo ladrillo del faro francés entre el cielo y el Mekong...

¡No es una pagoda sino nuestro hotel! El hotel 7 Makara.

Y esta noche, no salimos sino que disfrutamos plenamente del restaurante con sus mesas puestas fuera... ¡Es sábado, y esta noche es Karaoke!... Deporte nacional pero no para nosotros, afortunadamente nadie nos forzará... ¡A nuestros vecinos les gusta demasiado como para prestarnos el micrófono! guiño.gif

¡Nuestra comida, un loc lac versión frita! Y nuestra habitación de hotel.

Después de una buena noche, tomaremos el autobús para llegar a la próxima parada, ¡la ciudad de Kampong Thom!